25 de setembre del 2018

Esto es la guerra, más madera


El grave y profundo sonido de unos motores no presagiaba nada bueno, en el horizonte se podía vislumbrar la silueta de varios helicópteros que, sin prisa pero sin pausa, se acercaban a la inmortal Girona. Nerviosismo en las autoridades locales y entre los independentistas de pro. La alcaldesa a punto de convocar un gabinete de crisis y las comunicaciones con Bruselas echando humo. ¿Puigdi que hacemos? Nos invaden los españoles. Tranquilos Europa está con nosotros. Para calmar a la población la alcaldesa emite un Twit tranquilizador:
Al matí retirem simbologia franquista al Pont de l'Aigua entre Girona i Sarrià de Ter. A la tarda ens trobem amb això. N'està al cas, la @SubGobGirona? Què pretenen? És aquesta una manera d'avisar-nos, @miqueliceta? #diàlegsuigeneris #conduintperladreta @JuntsXCat

Algunos de los más convencidos independentistas de la ciudad, después de leer el twit, corrían despavoridos por los pasillos de sus casas, con cacerolas en la cabeza y escobas como lanzas, eso sí con un lazo amarillo, gritando: “Esto es la guerra, nos invaden los castellanus”
Caos, desolación, acopio de víveres, ¡¡La apocalípsis!!... Pero no, no era nada de todo eso; ni invasión, ni represión, ni nada de nada, tan solo unos helicópteros del ejército que tras unas maniobras en Francia volvían a su base y hacían una parada en el aereopuerto de Girona para repostar.
Me cachu en tot, ahora que íbamos a salir en todos los telediarios, con nuestra alcaldesa con traje de campaña y casco, de diseño por supuesto, y Puigdemont desde Waterloo, manda cojones, planificando la defensa de la ciudad con sus mariscales, va y resulta que tan solo era eso, una parada técnica de seis helicópteros. Otro día que pasa y somos menos mártires. Cuando todo estaba de cara; el día 1 de octubre a cuatro días, helicópteros sobrevolando la ciudad, barricadas en las calles, la armada gironina, con sus pelícanos rosas y unicornios de colores, navegando por el Ter y el Onyar... se nos desmorona todo, volvemos al provincianismo de siempre y, como siempre, no pasa nada.
Ahora esperamos que nuestra alcaldesa pida disculpas y que todos los que llenaron Twitter y Facebook de tonterías reconozcan su error, pero no será así. Los enamorados de las conspiraciones tendrán que esperar a otra ocasión y sobretodo después del twit de la subdelegación del gobierno aclarando la situación:
Aquesta tarda s'han advertit helicòpters militars sobrevolant la ciutat de Girona de nord a sud. Eren cinc naus de l'exèrcit de terra procedents de la base francesa de Valença. Han fet una aturada tècnica a l'aeroport Girona-Costa Brava i han reprès el vol en direcció a Saragossa.