19 de novembre del 2020

No tenemos remedio... ¿o sí?


Hace bastante tiempo que no publico nada y la razón es bien sencilla; con la irrupción de los fascistas en el panorama político las ideas que me vienen a la cabeza no son políticamente correctas para ser publicadas. Siempre he dicho que, en mi modesta opinión, la transición no se hizo todo lo bien que era de esperar, se perdonó a los represores y se les permitió, aunque tuvieran muertes a sus espaldas, entrar en el juego de la democracia, la cual desprecian profundamente. Por suerte han estado, más o menos, calladitos durante muchos años, ya que, a pesar de todo, tontos no eran, pero claro, las generaciones van cambiando y aquellos viejos franquistas, conscientes de sus pecados y que mantenían en secreto, se han jubilado y han dado paso a sus herederos, analfabetos ilustrados con carreras universitarias amañadas y sin escrúpulos, que han desplegado todo su odio hacia la izquierda, los derechos sociales y todo lo que huela a obrero. Son esos abogadillos, sin éxito, muchas veces empleados de banca, que han ganado dinero fácil y que han entrado en la política con la única intención de hacerse más ricos. Lucen buenos trajes, frecuentan restaurantes de moda y hablan de economía sin tener la menor idea de lo que están diciendo. Otros han conseguido vivir del cuento, a costa del partido o de gobiernos afines a sus “ideologías”, las cuales pueden cambiar de la noche a la mañana si fuera necesario. Son activos en las redes sociales, son los maestros del bulo y del insulto y acostumbran a tener un séquito de seguidores, habitualmente analfabeto, que repite sus mantras y los fortalece en las urnas.  

Estamos en un momento en el que solo importa el poder y destruir al rival, el cual se ha convertido en el enemigo. Da lo mismo si lo que propone es bueno a malo, hay que destruirlo de la forma que sea. Estamos rodeados de visionarios del pasado, todos saben lo que se tendría que haber hecho para evitar la propagación del virus, pero ninguno aportó nada en su momento, eso sí, están seguros de que lo que se hizo no estaba bien y que ellos lo hubieran hecho mejor. Las tertulias televisivas y las de, antes, de barra de bar y ahora de whatsApp, están repletas de expertos epidemiólogos y grandes investigadores, que opinan, aconsejan, critican y dan soluciones, sin tener la menor idea, eso sí, guiados por los gurús de la ultraderecha. 

Hemos asistido a manifestaciones, sin mascarillas, pero con palos de golf. Hemos oído caceroladas de personas que no tienen ni puñetera idea para lo que sirven las cacerolas, eso son cosas del servicio, y hemos escuchado las más disparatadas teorías sobre el origen de la pandemia..., pero la gente sigue muriendo, muchos más los pobres que los ricos (como ha de ser en el mundo perfecto de la derecha), siguen estando colapsadas las UCI, sigue el sistema sanitario al borde del descalabro, pero lo importante es machacar al gobierno y sobre todo al vicepresidente Iglesias. Antes era su casa, después su pelo, ahora que consiga pactos con partidos que no son del agrado de la derecha ultra derecha y después será lo que la prensa afín decida. Eso sí, hay que reconocer el arduo trabajo que realizan periódicos como La Razón, El Mundo, OKDiario..., para manipular, inventar y tergiversar todo tipo de noticias relacionadas con Unidas Podemos, el PSOE o los partidos independentistas. 

Dentro de unos años les daré la solución... o se la pueden preguntar a Casado, Arrimadas o Abascal... eso sí, cuando todo haya pasado.